Embajadora, Aquí Nos Cuidamos
Mientras era presidenta de la Confraternidad de Pastores Evangélicos de Canóvanas, organización que agrupa a pastores de este municipio, Frances Judith Felton se percató de que había una necesidad: trabajar con las mujeres de las iglesias. Por eso en 2020 junto a otras compañeras creó la organización sin fines de lucro, Pastoras Unidas en Clamor (PUC).
Oasis para mujeres violentadas
En Puerto Rico, la violencia de género alcanza cifras alarmantes. Tan es así que el 1 de julio de 2022 el Gobierno de Puerto Rico declaró un estado de emergencia, que se ha continuado extendiendo, debido a la gran cantidad de incidentes de violencia de género.
Antes de fundar PUC, Frances observó que entre las mujeres violentadas a las que asistía, algunas eran víctimas de pastores, líderes eclesiásticos o personas con algún puesto de alta jerarquía dentro de la iglesia. Esas víctimas tenían una creencia errónea de que debían proteger la imagen de quien las violentaba y por tanto no denunciaban sus acciones. Ella y sus compañeras deseaban que esas mujeres “tuvieran un espacio cómodo”.
Inicialmente, Pastoras Unidas en Clamor pensaron que únicamente iban a trabajar con mujeres de la iglesia, pero actualmente trabajan con diferentes grupos de mujeres, incluyendo de escasos recursos económicos y baja escolaridad en la comunidad. Su trabajo principalmente ha sido fortalecer y empoderar a estas mujeres con herramientas como educación, conferencias, y seminarios que las ayuden en su desarrollo social, económico, intelectual, y para trabajar con su autoestima y sus valores. Del mismo modo, “ya no solamente trabajamos con violencia doméstica, ahora trabajamos con la sexualidad de la mujer, los tabúes que hay por ser cristiana y los tabúes que hay en el matrimonio”, comenta Frances.
La ciencia como herramienta de información
Una vez llegó la crisis de la pandemia, Frances y miembros de la junta de Pastoras Unidas en Clamor vieron la necesidad de proveer información correcta y accesible para las participantes. “La falta de apoyo y el no saber a donde recurrir a buscar ayuda nos inspiró a ser puente o enlace para tratar de alguna manera de que la ayuda pudiera llegar a estas mujeres que de otra forma jamás serán alcanzadas”, dice. Por eso solicitó al programa de Embajadores Comunitarios del proyecto Aquí Nos Cuidamos de Ciencia Puerto Rico.
Como parte de su proyecto como embajadora comunitaria, Frances y otras lideresas de Pastoras Unidas en Clamor, enviaron la información sobre COVID-19, la vacunación, y otros recursos cibernéticamente a sus participantes. Además, les aclaraban dudas sobre dónde vacunarse o hacerse las pruebas de detección del coronavirus. Lograron impactar a mujeres de México, República Dominicana, Perú, Ecuador, Venezuela, Estados Unidos y Puerto Rico, que por distintas razones no tenían acceso a dicha información.
Para Frances la ciencia y la religión se conectan. “Nosotros queremos enseñar a la iglesia que usted puede ser creyente, pero tiene que ser responsable también”, recalca. En PUC están conscientes que aparte de la fe, las personas deben tomar acciones responsables y la ciencia brinda la información correcta en temas de salud.
La diferencia de opiniones como reto y oportunidad
Uno de los retos que Frances ha tenido que navegar durante la pandemia es la diversidad de opiniones sobre la vacunación que hay en su comunidad. Por ejemplo, algunas de las mujeres a las que sirve no se querían vacunar, mientras que otras sí. Ante este reto, PUC decidió apoyar las necesidades de ambos grupos.
Frances enfatiza que la empatía ha sido clave dentro de las intervenciones comunitarias de la organización, porque “no hemos permitido que la opinión mía o de cualquiera de los miembros de la Junta opaque la opinión de cualquier otro. Le estamos dando libertad a las personas”. Aunque Frances y otras lideresas favorecen la vacunación, para ellas su servicio es universal y confían en que cada cual tomará una decisión informada al final del día.
Finalmente, Frances reflexiona sobre el rol de las lideresas y líderes comunitarios en la transmisión de información, en especial durante emergencias de salud. Recalca el rol importante de la ciencia y dice que “hay desinformación que juega con las emociones y la atención [de las personas]”. Para ella, muchas veces fallamos como país, porque caemos en la trampa de imponer nuestras posturas cuando le damos información a la gente. De acuerdo a la experiencia de Frances, “tenemos que aprender que cada persona es individual y tenemos que dejar que cada persona tome su propia decisión a conciencia”. Eso ha sido crucial para que ella y Pastoras Unidas en Clamor puedan sobrellevar los retos presentados por la pandemia y por eso exhorta a otros a ofrecer herramientas e información sin imponer posturas porque de esa manera las personas serán más receptivas.